Courtyard Lullaby

Author: Lola RV / Etiquetas:

Las fotografías que aparecen en este librillo (The Visit) fueron tomadas en Quinta das Torres, una casa de campo para caza del siglo XVI situada cerca de Azeitão, en Portugal, donde la fotógrafa Elisabeth Feryn y yo pasamos una semana. Dentro de la casa de campo había un patio, marcado en cada esquina por naranjos. El lugar me recordaba a los tapices de Unicornios que cuelgan de las paredes del museo The Cloisters en la ciudad de Nueva York. Los tapices y la casa de campo están repletos de iconos térreos anteriores al Cristianismo, que describen el misterioso ciclo de la vida y la muerte de las estaciones. Fue en el patio de Quinta de Torres donde fue concebida esta pieza.


Courtyard Lullaby 
Música y letra de Loreena McKennitt 


Wherein the deep night sky
The stars lie in its embrace
The courtyard still in its sleep
And peace comes over your face. 

"Come to me," it sings
"Hear the pulse of the land
The ocean's rhythms pull
To hold your heart in its hand." 

And when the wind draws strong
Across the cypress trees
The nightbirds cease their songs
So gathers memories. 

Last night you spoke of a dream
Where forests stretched to the east
And each bird sang its song
A unicorn joined in a feast 

And in a corner stood
A pomegranate tree
With wild flowers there
No mortal eye could see 

Yet still some mystery befalls
Sure as the cock crows at morn
The world in stillness keeps
The secret of babes to be born 

I heard an old voice say
"Don't go far from the land
The seasons have their way
No mortal can understand."


En el cielo profundo de la noche
Con el abrazo de las estrellas
El patio todavía está dormido
Es un remanso de paz.

"Ven conmigo" me canta
"Escucha el pulso de la tierra,
Los ritmos del océano,
Para poner el corazón en la mano."

Y mientras el viento sopla fuerte
Entre los cipreses,
Y los pájaros nocturnos dejan de cantar
Entonces, se anidan los recuerdos.

Ayer por la noche me hablaste de un sueño
Donde los bosques crecen al este
Cada pájaro entona su canción
Y un unicornio se une a la fiesta.

Y en una esquina había plantado
Un árbol de granadas,
Con sus flores salvajes
Ningún mortal podía verlo.

Todavía guarda algún misterio
Seguro como el gallo cantará al alba
El mundo subsiste en calma
El secreto de los niños por nacer.

Oí una antigua voz decir
"No te alejes de la tierra
Las estaciones tienen sus costumbres
Y ningún mortal puede entenderlas".